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domingo, 21 de febrero de 2016

Mi mujer chilena me hizo cornudo con el chico de limpieza (historia cornuda con fotos)

Este relato que paso a contarles se inició en la sección de comentarios del post Cómo me volví cornudo, pueden leer el comentario que escribí aquí.

Si gustan lo leen, o si no les cuento en dos líneas: Somos una pareja chilena. La chica que nos ayudaba los sábados con la limpieza de la casa tuvo que viajar y nos envió a su hermano. El primer sábado mi esposa, luego de ducharse, lo miraba con deseo tras las cortinas de nuestra habitación. Yo le hice una escena de "celos" y eso la excitó aún más. Cogimos como locos y quedamos en que el próximo sábado ella trataría de seducirlo.

Y el siguiente sábado... ella me hizo cornudo con el chico de la limpieza
(Fotos al final del post)

La cosa fue así: durante la semana planeábamos cómo hacerlo. No sabíamos si esperar a que termine de trabajar e invitarle un trago o si hacer que ella se pasee en baby doll (aunque queríamos que parezca casual).

Finalmente decidimos que le coquetearía y según su reacción lo iría calentando más.

El viernes de la víspera le dije:

-Y vas a querer coger

-Mmmm... no sé. Según como todo se presente - dijo ella.

Ambos sabíamos que algo se nos podía salir de las manos, pero a la vez había sido tan caliente la escena del primer sábado y habíamos estado tan deseosos durante la semana que acordamos: si ella estaba de acuerdo y él deseoso, cogerían en nuestra cama.

Tampoco queríamos que él supiera que yo estaba al tanto de todo, así que planeamos que fingiría que me marcho a comprar a la ferretería, pero me escondería en el closet.

Amaneció el sábado y a las 9 de la mañana el muchachito llegó puntual. Le dije que limpie el patio, que yo saldría media hora a la ferretería y luego volvería.

No podía evitarlo, estaba ansioso. Mi esposa igual. Parecíamos dos adolescentes en su primera vez.

Segundos después, cerré la puerta de la casa como si saliera y fui a la habitación.

-Es tu turno le dije. Ve por él, pero que parezca casual -le dije y la besé.

Ella temblaba, sus tetas erguidas se veían más grandes aún. No estaba en baby doll. Tenía un polito pegado, sin brassier. Minifalda negra y una tanga super diminuta. Ella dijo:

-Casual, nada. Yo lo traigo y me lo como!!!!

Me oculté en el closet entreabierto, con la ropa traté de cubrirme dejando solo libres los ojos. Entonces escuche que le decía desde la cocina:

-Marco!!!... ven un ratito, please... quiero que me ayudes.

Luego sentí que ambos estaban en la cocina y ella decía:

-No encuentro uno de mis pendientes y estoy desesperada, entre los dos tenemos que encontrarlo... seguro que se cayó ayer por la noche cuando volví de una fiesta.

Entraron a la habitación y mi corazón latía a mil. Estaba muy excitado y a ella la veía tan segura y dueña de la situación que me excité más. A él se le veía algo nervioso, no sabía muy bien qué pasaba: Vamos, cuando uno es tan joven sueña con que esas cosas pasen, pero son muy poco probable, que una mujer guapa, vestida así, te lleve a su habitación mientras está sola... es muy provocador.

Busca por ahí, le dijo y hacía el ademán de que ella también buscaba.

Ella se agachaba, se paseaba delante de él coquetamente y lo ponía más nervioso aun, pero se notaba también que le gustaba, pues la miraba de reojo.

La hora de la verdad: mi mujer y el jovencito me colocan los cuernos 
Entonces, simplemente, la muy zorra, la muy puta, qué hizo: se pone a cuatro patas sobre la cama enseñando el culo, esa tanga no cubría nada y la minifalda peor aun, y dice "tal vez esté entre las sábanas, ven busca conmigo en la cama".

Él giró y se encontró con ese espectáculo hermoso! Yo no podía verle el rostro, pero casi podía adivinarlo. Se quedo parado, sin saber qué hacer y ella, mientras levantaba más el culo, abría las piernas y casi hundía la cabeza en el colchón dijo una vez más: por qué no vienes, no me quieres ayudar?

Él se acercó y se puso a un costado de la cama, como queriendo rehuir y la mil veces puta de mi esposa también giró dándole la espaldas otra vez y le dijo: oye, tú solo quieres verme el culo, no? Bandido.

Él dijo: no, señora... yo..

-Mi esposo regresa en media hora, Marco. ¿Quieres tocarme?

El se acercó por detrás y comenzó a agarrarle el culo. Luego se agachó y comenzó a besárselo.

Mi esposa con los ojos cerrados disfrutaba. Él se bajó rápidamente el pantalón y el boxer dejando su pene erecto a la altura del culo de mi esposa, se acercó y le dio una puntada en el culo.

-Si quieres coger, ve al baño, lávate bien las manos y ponte un condón, en el botiquín hay una caja -le ordenó ella.

En menos de minuto y medio el jovencito regresó completamente desnudo y con el condón colocado.

El muchacho tenía un pollón respetable. No una cosa gigantesca como todos presumen, pero tampoco era chico.

-Qué rico te ves -le dijo mi esposa-. Ven aquí guapo acuéstate que te voy a montar.

Luego todo sucedió como en una película: el tendido boca arriba y mi mujer encima. El le quitó la tanga y de un modo absolutamente contundente le metió la polla en un solo movimiento: la ensartó por completo!!!

Mi esposa no dejaba de gemir, estaba muy excitada, era su primera vez, después de casi 9 años de matrimonio que se comía otra polla. Era la primera vez cogiendo frente a su marido. Ambos se movían como locos, se escuchaba sus arremetidas y ese sonido que tiene el chochito mojado cuando es penetrado. La cama chirriaba cada vez más rápido.

-Ohh qué rico eres... así... muévete así... más rápido, métela, métela, métela!!!!

Nuestro amigo arremetía con más fuerza, la cogió del culo y la levantaba casi treinta centímetros del colchón con cada embestida.

Luego solo oí: Vente, amorcito, llega junto conmigo que estoy llegando... oh... ohhh... Ahhhhhhh!!!

Llegaron juntos. Ella se bajó, se acostó a su lado y le dijo: qué rico has estado.

-Le gustó, señora? -preguntó él

-Me encantó, pero ahora cámbiate de inmediato que mi esposo llega en cinco minutos.

Él se vistió, salió de la habitación y se fue al patio a seguir trabajando.

Yo salí de mi escondite y la besé. Ella me dijo: quiero que ahora me cojas tú. Haz como si llegaras.

Hice el ritual de "entrar" a la casa. Fui al patio y encontré a Marco.

-Todo bien, le dije.

-Sí, señor, todo normal.

Yo me llevé la mano al bolsillo de la camisa e hice como si viera algo dentro: 

-Já... un pendiente de mi esposa. Seguro ni recuerda que me lo dio anoche. Se lo llevaré antes que se desespere buscándolo.

Entré a la habitación, encendí la radio, puse el volumen muy alto y le di una mega cogida a mi esposa.

-Esto es delicioso, cogida por dos machos en menos de una hora... me encanta!!!, dijo mi esposa.

Desde mi escondite de cornudo tomé dos fotos con el celular y las comparto con ustedes.
¿Alguien más se anima a compartir sus historias cornudas?

Cuckolding Chile: mi mujer cogiendo con el chico de la limpieza

historia cornuda: mi mujer coge con jovencito. Cuckolding en Chile

Han pasado  cinco años. Hoy mi esposa tiene 35 y nuestro amigo 23. Viene a la casa a “ayudar” cada dos o tres meses, a veces cada medio año. Eso sí, yo observo atento desde mi escondite. 

Vea también: 

miércoles, 3 de junio de 2015

Cómo me volví cornudo

Esta es mi historia. Aunque parezca mentira todo comenzó como jugando, simplemente una cosa llevó a la otra y así, sin más, allí estábamos mi esposa y yo en la habitación de un hotel esperando al primer macho con el que cogería. Todo comenzó seis mese atrás y, como decía, empezó como un juego. Era un sábado y pasé por el minimarket a hacer unas pequeñas compras. La señora que atendía, que nos conocía a mi esposa y a mí me dijo: Hace tiempo que no veo a Charito -así se llama mi mujer-. No ha venido en toda la semana.


Me pareció raro, pero no le tomé ninguna importancia. Al llegar a casa se lo comenté a mi esposa y ella me dijo que sí había ido, solo que quien estaba en ese momento era la hija de la señora.


Por la noche, luego de cenar y de acostar a nuestros hijos, mi mujer y yo estábamos viendo la tele, comenzamos a besarnos, acariciarnos y cinco minutos después la tenía en calzoncito, con mis manos tocando sus tetas y mi boca olisqueando su conchita tibia.
Tras calentarnos un rato, cuando comencé a penetrarla le dije: Ahora dime la verdad, a dónde te has ido toda la semana… por qué no te vieron en el minimarket.


De inmediato noté que ella abrió los ojos juguetones y solo dijo: !Ummmmm…! Pero vi en su rostro que encontró divertidos mis “celos”. Yo solo lo hice para juguetear. Luego le dije: sabes qué me dijo la vecina?. Me llevó a un costado y me dijo: aquí todo el mundo ya sabe… que la Charito se va todas las mañana a putear a un hotel.

Mi esposa cerró los ojos y vi que comenzó a excitarse aún más.

Y yo proseguí: me ha dicho que te has vuelto una viciosa del sexo y te has conseguido un amante, que te han visto que te vas a un hotel. Que entras en la mañana y no sales hasta el mediodía.

Mi mujercita comenzó a moverse más rápido, su respiración se aceleró y gemía de gusto. No negaré que yo también comencé a calentarme.


Dime la verdad, le dije. Con quién te estás yendo a follar todas las mañanas. Con quién te revuelcas?

Entonces ella comenzó a decir, de forma entrecortada por la excitación, cosas que me calentaron: Sí… sí. Es verdad, me voy a putear. Me follan toda la mañana y me encanta. Soy bien puta.

Y siguió: tiene 20 años (mi esposa y yo tenemos 40) y la tiene gruesota.

¿Ah, si? y qué mas - le dije yo.

-Tiene una pinga duraza, grande y gruesota… me gusta que me clave. Que me cache por todas partes.

¿Cómo que por todas partes?

-Es que después de cacharme por la concha… me da la vuelta y me la mete por atrás.

Mi esposa estaba super excitada. Sentí cómo se contraía y cómo me presionaba con la conchita, movía las caderas de arriba abajo. Sus tetas se veían más grandes por su respiración agitada. Sus ojos cerrados me decían que se lo imaginaba mientras hablaba.

¿Y te deja satisfecha? ¿Porque tu eres muy golosa? -le dije.

-Sí…. me deja bien servida. Me cumple muy bien. Es tan rico… me cacha y me recacha.

¿Y cómo lo conociste?

-En la calle. Yo estaba yendo al mini y se acercó y me dijo: mami te llevo. Y me subí a su carro. Qué me vas a hacer le dije, seguro me quieres cachar, no?.

-Y qué te dijo?

-Si quieres cachar... cachamos. Y luego vi su bultazo, no podía dejar de mirarlo porque era enorme y me preguntó si quería agarrarlo.

-Y qué hiciste?

-Le dije que solo quería mirar. Él se bajó la bragueta y vi su pinga enorme y duraza. Tiesa. Negra.

-Cómo… ¿es negro tu amante?

-Sí… es un negrazo. La tiene grandota y duraza. Y me clava su pinga…. ah… ahhh… qué rico… muévete así… más fuerte… cáchame como mi negro… ahhhh… ahhhh…


Y mi esposa tuvo un súper orgasmo.

Esa noche ni ella ni yo sabiamos que habiamos entrado a una vorágine de juegos, fantasías y mucho sexo en la que ella y sus “amantes” -imaginarios al principio, real después- eran los protagonistas.


Luego les sigo contando...