Al principio ella se enojó, se sintió invadida, pero una noche mientras hacíamos el amor me confesó que tenía muchas ganas de coger con aquel tipo del interior, pero que, como esposa fiel, no lo haría. Era la oportunidad que yo esperaba, era ahora o nunca, así que sin más le dije que si yo estaba presente ella podía llevar a cabo su fantasía.
Tras un par de charlas por el chat entre los tres, acordamos el encuentro, él viajó 5 horas y por fin, un sábado por la tarde se comió enterita a mi esposa. Cómo gozaron ellos haciéndose el amor, y cómo gocé yo al verla siendo penetrada, ver su rostro mientras lo cabalgaba... por supuesto, exigí mis derechos de esposo y me les sumé, y entre los dos le dimos un gran polvo. Desde entonces nos hemos reunido varias veces. Incluso hemos viajado a visitarlo.
Aquí algunas fotos:
Mi esposa

Su amigo

Mi esposa le da una mamada

Mi esposa, su amigo y yo

Ya se la metió toda

Segundo encuentro
Así se vistió para él

Ella lo cabalga feliz
Fotos de cuando viajamos a visitarlo




